Mejore sus asados con estos sencillos trucos
El irresistible contraste de una costra acaramelada y un interior tierno y jugoso sitúa al asado, entre los métodos de cocción favoritos en las grandes ocasiones. Otro de sus ventajas es que las preparaciones previas son mínimas.
Una vez que el alimento está en el horno, casi todo el trabajo ya está hecho. En el horno, las carnes, -concretamente los azúcares y las proteínas de los alimentos-, al contacto con el calor desarrollan y forman una superficie crujiente, dorada y acaramelada. Mientras el interior se hace poco a poco, gracias al calor constante que penetra hasta el centro del alimento. Ese irresistible contraste de una costra acaramelada y un interior tierno y jugoso sitúa al asado, entre los métodos de cocción favoritos en las grandes ocasiones.
Mejore sus asados con estos sencillos trucos
1. Recortar y eliminar grasa
En algunas piezas de carne es conveniente recortar los trozos de grasa sobrante. Durante el tiempo de cocción ésta se va a derretir y puede quemarse dando mal sabor. Al margen de que eliminar grasa siempre es saludable.
2. Atar las piezas para darles forma
No es imprescindible, pero ayuda a que no se deformen durante la cocción, manteniendo una mejor vista. En las aves se consigue además que las alas no se requemen. Las piezas deshuesadas también es conveniente atarlas para obtener un aspecto uniforme y más atractivo. Los palillos se utilizaran para cerrar el relleno de las aves.
3. Precalentar el horno
Es fundamental introducir el asado, cuando el horno ya ha alcanzado la temperatura que hemos seleccionado para la cocción.
4. Introducir los alimentos en el horno a temperatura ambiente
Aunque hoy en día hay hornos que te permiten introducir alimentos congelados, el quitar el frío a los alimentos permite que el exterior no se sobrequeme mientras el interior todavía está crudo.
5. Regar
Especialmente las piezas grandes hay que regarlas con cierta frecuencia bien con su propio jugo o con el adobo o marinada que hayamos preparado para evitar que se resequen y para que los tejidos del alimento se impregnen de los sabores. Esta operación añade color y propicia la formación de una costra crujiente y acaramelada.
6. Dar la vuelta
Es imprescindible dar la vuelta a la pieza que estamos asando, para que todos sus lados se hagan por igual. Hay que hacerlo con cuidado, preferiblemente con espátulas o cucharas de madera y no con tenedores o con pinchos. Hay que evitar el escape de jugos.
7. Cortar
No se debe cortar las piezas nada más salir del horno. Hay que dejar reposar la pieza unos 10 minutos, con la puerta del horno mínimamente abierta para que la temperatura interna se estabilice y se asienten los jugos.
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